lunes, 24 de marzo de 2014

.- Mi contrato de aprendizaje -.


Hace unos días ocurrió un hecho importante, o por lo menos para mi, en la relación con mi Señor, cuál ha sido?? El haberle pedido ser su perrita, que me enseñara cuál era mi lugar, a obedecerle ciegamente y a ansiar complacerle en todo momento.

Recuerdo que me preguntó si era lo que quería y no es que sólo lo quisiera, lo deseaba, ansiaba serlo. Pedirle ser su perra para que pudiera enseñarme hacía que me hirviera la sangre y que la excitación recorriera todo mi cuerpo, hace un mes ni me hubiera imaginado pidiendo eso y ahora lo quería y lo deseaba con todas mis fuerzas.

Esto nos llevó a que después de una agradable cena, en la que he de admitir que estuve impaciente porque acabara, no veía la hora en que mi Señor y yo nos sentásemos a redactar los términos del que sería mi primer contrato de aprendizaje, recuerdo que cuando dos días antes me había dicho que íbamos a redactarlo me había puesto nerviosa; pero en seguida los nervios se desvanecieron y quería que llegase nuestro día para poder sentarme frente a un folio y plasmar las reglas que desde el momento que firmara debería cumplir.

Estaba ansiosa esperando a que mi Señor me indicara cada una de ellas, con cada una he de admitir que sentía como mi coño se mojaba, deseaba acabar de plasmar todas aquellas reglas y que mi Señor me llevase a su habitación y mi entrenamiento empezase. Hasta que ese momento ocurrió se me antojó eterno... en el contrato estaba una de las partes más importantes para mi... los límites... 

Cuando íbamos a tratar ese punto, mi Señor me ordenó coger una vela que teníamos encendida y me ayudó a verterla sobre su piel... el motivo por el que lo hizo fue para demostrarme que no hacía daño, que no me provocaría quemaduras... ya que cuando lo habíamos hablado en su momento había puesto los juegos con cera como uno de los límites que no quería cruzar; pero eso noche hizo que cambiara de opinión y que desapareciera de esa lista... cosa que he de agradecer porque ahora estoy deseando poder probar esa sensación sobre mi piel...

Al acabar con las reglas del contrato me dejó unos momentos para que pensara si quería firmarlo o no, pero yo había ido ese día con la idea de que fuera lo que fuera que acordáramos en él, lo firmaría. Y así lo hice, primero él y luego yo, esto supuso para mí una liberación, que si quedaba alguna barrera dentro de mi en ese momento se desvaneció por completo.

Después de esto, sólo deseaba que me llevara a su habitación y así lo hizo, esta sería una sesión diferente y deseaba con todas mis fuerzas realizar bien todo lo que mi Señor me ordenara, desempeñar con gran empeño sus deseos e incluso intentar adelantarme a sus órdenes para complacerle, ansiaba aprender y mejorar poco a poco... pero a veces no todo ocurre como queremos...

Me dejó completamente desnuda y me vendó los ojos, esto siempre consigue excitarme de una manera fuera de lo normal, mi cerebro no para de preguntar qué pasará, cuándo y cómo... me hace estar alerta y atenta a todo lo que percibo con el resto de mis sentidos, empezó por enseñarme las posiciones que debería adoptar de pie, de rodillas y acostada, posiciones de presentación y humillación,  recuerdo que en la primera sesión con mi Señor, ya me había enseñado estas posiciones estando de rodillas, recuerdo lo mucho que me excitó aquello... pero esta vez la excitación fue mayor... intentaba memorizar cada una de ellas y como en cada una mi cuerpo quedaba perfectamente expuesto para que mi Señor pudiera usarlo como mejor creyera oportuno en cada momento...

Intenté poner todo mi empeño en realizarlas correctamente y con la mayor sensualidad posible, quería que mi Señor se sintiera orgulloso de su pequeña sumisa, cada una de ellas hacía que me mojara cada vez más... mi Señor con sus caricias y castigos conseguía hacerme sentir muchísimo placer... pero no permitía que me corriera hasta que él consideraba que lo merecía o eso pensaba yo... en las sesiones anteriores debía pedir permiso a mi Señor para poder correrme y era indulgente conmigo y no permitía que pasasen más de unos segundos hasta que me lo permitía... pero en esta sesión fue distinto... en ningún momento tuve que preguntarlo... me moría de ganas por hacerlo; pero mi instinto me decía que debía aguantar y esperar a que mi Señor me diera él el permiso sin yo pedirlo... recuerdo que las primeras veces tuve que luchar por no correrme sin que él me lo pidiera... la excitación cada vez era mayor... y recuerdo cómo me preguntó si deseaba correrme mucho y casi como una súplica contestarle "Si, mi Señor"... esperó unos segundos que a mi se me antojaron eternos y me dio su permiso para correrme... no recuerdo hasta ese momento haber tenido un orgasmo tan intenso y con el que haya disfrutado tanto... el haberme hecho esperar había merecido la pena...

Fue una sesión muy intensa... era capaz de llegar al orgasmo cuando mi Señor me lo ordenaba... no tenía apenas que tocarme para que lo lograra... en alguna de las ocasiones en las que castigaba mi clítoris con los golpes de una espátula eran suficientes para hacerme llegar a sentir tal excitación que creía que no podría esperar su orden para correrme... pero extrañamente siempre era capaz de esperar hasta que las palabras salían de los labios de mi Señor...

Pero no todo podía ser maravilloso... algo tenía que salir mal... algo que me ha pasado en todas y cada una de mis sesiones, mi problema a la hora de chuparle la polla de forma forzada... ahora sé que es porque todavía recuerdo lo que me pasó con mi primera experiencia y aunque en ese momento no era consciente de que era por eso, después de que pasó y analizando las cosas me dí cuenta de ello, si estoy tranquila haciéndolo no pasa nada... me siento cómoda e intento hacerlo lo mejor que puedo... pero en el momento que noto que mi Señor me fuerza e intenta metérmela muy profundamente, recuerdo aquel odioso momento de hace seis años y me entra el pánico... siento que me ahogo y no soy capaz de respirar y dejo de ser yo... el miedo se apodera de mi aunque intente luchar contra ello... sé que esto va a ser un problema que no tendrá una fácil ni rápida solución... sólo espero que no se acabe convirtiendo en un problema entre mi Señor y yo....

Otro de mis problemas es lo que, por lo que he leído, se denomina automatismo despersonalizado, a qué me refiero con esto, pues a ser totalmente pasiva, estar a la expectativa y no tener una predisposición ante mi Señor, a que no hago nada a menos que me de una orden... sé que no debo ser así... y reconozco que no sé por qué lo hago... y me gustaría saberlo para poder cambiarlo porque sé que es algo que a parte de que a mi no me agrada a mi Señor tampoco...

A pesar de todo esto, reconozco que fue una sesión llena de sensaciones, he experimentado unos orgasmos increíbles y he disfrutado intentando complacer cada una de las órdenes de mi Señor, sé que debo parecer muy torpe intentándolo... pero intento esforzarme y hacerlo lo mejor que puedo... sé que me queda un largo camino por recorrer; pero sé que al final lo lograré, seré capaz de que mi Señor se sienta orgullosa de esta pequeña sumisa.

Desde esa sesión y la firma del contrato de aprendizaje, ansío que llegue nuestra próxima sesión para poder  obedecer y complacer a mi Señor y aprender un poco más.

Gracias mi Señor por tener la paciencia suficiente para enseñarme a ser una sumisa digna de ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario