miércoles, 26 de marzo de 2014

.- Un nuevo paso enfrentando a mis miedos -.


Ayer mi Señor encontró un hueco en su apretada agenda para que pudiéramos comer juntos y la verdad es que creí que se quedaría en eso en una comida; pero como siempre mi Señor consigue sorprenderme, manteníamos una conversación muy amena como siempre ocurre con él, me pasaría horas y horas hablando con él; pero después de comer empecé a sentirme ansiosa, impaciente, deseaba con todas mis fuerzas que me llevara a la habitación y pudiéramos tener una nueva sesión, aún me hizo esperar un rato manteniendo mi impaciencia, esos momentos son como una tortura... parece que el tiempo avanza muy lento y sólo ansío que mi Señor tome mi mano, pronuncie mi nombre y me lleve a la habitación...

La sesión de ayer fue para seguir ayudándome con el problema de las penetraciones profundas en las mamadas y también para seguir con mi aprendizaje. Otra vez mi Señor me mandó desnudarme frente a él; pero esta vez permitió que me quedara con las botas de tacón alto y los leggins que llevaba, en esta ocasión me costó mucho menos que la anterior, sentir los ojos de mi Señor mirándome mientras lo hacía conseguía excitarme. Me pidió que adoptara la posición de presentación de rodillas con los ojos cerrados para luego acariciarme y detenerse sobretodo en mis pechos, lo que hacía que mi cuerpo se estremecía mientras intentaba mantener correctamente la postura, me tapó los ojos y me ordenó que volviera explorar y disfrutar de su polla y así lo hice sin poder ver nada, guiándome por los instintos poco a poco volví a disfrutar de ella, de su sensación de mi boca y cada vez intentaba que llegara un poco más al fondo, todavía no soy capaz de tenerla entera en mi boca; pero hasta donde consigo metérmela me gusta, disfruto y no me siento nada incómoda, esta vez además mi Señor me ordenó que no podían rozar con mis dientes su polla, si lo hacía lo iría contando y la final me castigaría por ello, reconozco que si esto me lo hubiera dicho unas sesiones atrás los hubiera usado en todo momento para buscar mi castigo y así mi placer; pero en este caso no... quería complacerle e intenté hacerlo lo mejor posible...

Reconozco que me costó un poco que mis dientes no le rozaran pero sólo me hizo falta tener un poco de cuidado, un rato después me quitó el antifaz de los ojos y me dijo a ver qué pasaba ahora que podía ver su polla, yo volví a intentar complacerle, a hacerle disfrutar de la mejor manera que podía, luego me enseñó usando mis tetas la manera de succionar y me preguntó si sería capaz de hacer lo mismo yo, le dije que lo intentaría y en ello me puse, sabía que mal no lo estaba haciendo porque con sus gemidos mi Señor me hacía notar que estaba disfrutando, el problema vino poco después...

Mi Señor viendo que todo iba bien, que me sentía muy cómoda, puso su mano sobre y cabeza... y ahí empezó mi tortura... me puse nerviosa y ya no era capaz de disfrutar como lo estaba haciendo y cuando empujó de mi cabeza sólo un poco... fue mucho peor... como si la garganta se me cerrara... no era capaz de apenas meterme su polla en la boca... él se dio cuenta y dejó de hacerlo... otra vez como en las otras sesiones me sentía mal... es que nunca iba a desaparecer esa sensación??? cómo podía tenerle miedo a la mano de mi Señor si nunca me había lastimado??... sentía ganas de llorar... pero me controlé y no lo hice...

Luego mi Señor me pidió que me quitara el resto de la ropa y me ordenó que me pusiera sobre él a horcajadas, mi Señor sabe que es una postura que me cuesta un poco; pero esta vez intenté poner todo de mi parte y complacer a mi Señor, recuerdo un momento que me sorprendió... mi Señor me pidió que buscara mi placer... no quería que lo complaciera a él?? No no era eso... pero en cuanto lo dijo me dejé llevar... pero como en las últimas sesiones no llegaba a correrme mientras él no me lo ordenara... Aunque en una ocasión en que me ordenó que le pidiera que me dejara correr... además de ordenarme decir que era su puta... bufff .... decir esas palabras hicieron que me hirviera la sangre, estaba más excitada... el orgasmo que vino después de eso fue sencillamente increíble...

Después de un rato follándome el coño, mi Señor decidió que quería mi culo y yo se lo di todo, reconozco que me encanta sentir toda su polla dentro de mi culo, consigue que mi coño se moje mucho y cuando me folla así consigo tener unos orgasmos muy intensos... y como no podía ser de otra manera volvió a llevarme a uno de ellos... 

Luego me dijo que quería correrse en mi culo y me ordenó ponerme a cuatro patas y volvió a follármelo... estaba deseosa de que se corriera dentro de él... hizo que le pidiera que lo hiciera y cómo me gustó, me encantó pedirle que lo hiciera... también me ordenó que sólo podría correrme cuando él lo hiciera y como una buena perra y una buena puta así lo hice.

Fue una sesión muy buena y en la que de nuevo volvió a conseguir que experimentara nuevas sensaciones y llevándome a sentir unos orgasmos muy intensos.

Gracias mi Señor por ello y por toda la paciencia que tienes con mis problemas.

.- Haciendo frente a mis miedos -.


Hace menos de una semana, antes de firmar el contrato de aprendizaje, tuve una sesión un tanto especial con mi Señor, por qué digo especial??... pues porque mi Señor se dio cuenta por las sesiones anteriores de mi problema con la penetración profunda en las mamadas y después de haberlo hablado, decidimos ir poco a poco con ese tema e intentar que al final, mis recuerdos por aquella primera experiencia no me torturen en una situación con la que debería disfrutar y en esa sesión intentamos ir más despacio con ese tema, lo cual hizo que me sintiera más relajada y que el tema no me preocupara tanto.

Así que mi Señor me ordenó que me fuera desnudando poco a poco delante de él, sólo me dio permiso para quedarme con el tanga y el sujetador que llevaba, admito que esta es una cosa que siempre me ha costado mucho hacer, a pesar de que no tengo un mal cuerpo ahora, nunca me he sentido cómoda como él y desvestirme delante de alguien mientras me devora con los ojos me pone nerviosa y hace que me sienta torpe y nada sexy y sensual; pero de todas maneras obedecí sin poner ninguna objeción e intenté hacerlo de la mejor manera posible, era la primera vez que mi Señor me pedía esto y quería complacerle.

Me ordenó ponerme de rodillas frente a él y me dijo que no pensaba tocarme, que iba a dejar que explorase y que hiciera las cosas como más cómoda me sintiera, he de reconocer que tengo muy poca o casi nula experiencia en mamadas, así que a pesar de mis nervios intenté hacerlo lo mejor que pude, cada vez que me metía la polla de mi Señor en la boca, reconozco que mi coño no hacía más que mojarse, me encantaba la sensación de tener su polla en mi boca, de poder recorrerla con mi lengua y poder notar cada una de sus marcadas venas, disfrutaba mucho de ella y poco a poco intentaba introducirla más y más profundo en mi boca.

Me di cuenta que haciéndolo yo sola, sin sentir que la mano de mi Señor en mi cabeza, sin ser obligada a ello me sentía muy cómoda y disfrutaba cada vez que la chupaba y hasta incluso morderla, si si morderla, nunca me hubiera atrevido a ello; pero mi Señor me dijo que lo hiciera y yo obedecí, fue interesante hacerlo.

Después de un rato explorando yo sola, mi Señor me dijo que lo estaba haciendo muy bien y me ordenó ponerme sobre sus rodillas para poder azotarme, me ordenó además contar cada uno de ellos en alto, al principio creía que los tenía que contar para mi, hasta que me dijo que estaba esperando y tuve que hacerlo, al principio me costaba un poco; pero reconozco que con cada uno de esos azotes mi coño se mojaba más y más... tenía ganas de correrme; pero no lo pedí como en las sesiones anteriores, esperé a que mi Señor me diera su permiso para ello, tuve unos orgasmos muy intensos y muy muy placenteros, me hubiera gustado además ver lo bonito que había quedado mi culo después de sus azotes.

A continuación dejó que volviera a seguir explorando y disfrutando de su rica polla, y disfruté mucho lo admito, me sentía cada vez más cómoda; pero todavía esas imágenes de la primera experiencia seguían torturándome, y no me dejaban disfrutar por completo.

De nuevo cuando mi Señor estimó oportuno volvió a ordenarme que me pusiera sobre sus rodillas y volvió a azotarme hasta que me llevó al orgasmo, que de nuevo no tuve que pedir permiso para poder correrme, sino que mi Señor decidió cuando era de su agrado para que así fuera. Luego se folló mi coño que estaba muy muy mojado... Luego mi Señor me dijo que le apetecía correrse en mi boca y me preguntó si antes lo habían hecho a lo que respondí que sólo una vez y había sido en mi primera experiencia... me dijo que entonces no lo haría hasta que yo desease y le pidiese que lo hiciera... me puse nerviosa cuando me dijo que quería hacerlo y los recuerdo de aquella vez volvieron a mi mente para hacerme daño... pero luego de sus palabras conseguí relajarme y seguir disfrutando hasta que me llevó de nuevo al orgasmo y nos corrimos los dos.

Reconozco que después abrazada a mi Señor no podía parar de pensar en lo último que pasó, sería capaz de algún día desear que se corriera en mi boca??? Sabía que si; pero cuánto me costaría llegar a aquello??? Sé que para mi Señor no supone un problema que no pueda hacerlo y sé que confía que poco a poco las cosas que me torturan se mitiguen y acabe consiguiendo hacer todas estas cosas con la mayor naturalidad posible.

Agradezco además sus palabras mientras reconocía que lo había hecho muy bien y me sentí satisfecha y con ganas de seguir teniendo sesiones como esa para poder poco a poco dejar atrás lo que me impide disfrutar al máximo.

Gracias mi Señor por todo.