jueves, 3 de abril de 2014

.- Último día de castigo -.


Este debería haber ser mi último día de castigo; pero mi Señor me ha dado una grata alegría hablando conmigo, rompiendo por fin su silencio... le he preguntado si mi castigo había terminado y me dijo que si... que era hasta esta noche pero que le habían encantado mis entradas en el blog y había decidido levantármelo ya... que lo había hecho muy bien y que estaba muy orgulloso de mi... no tengo palabras para expresar lo que sentí en ese momento... decir que fue alegría fue poco... fue como si me quitaran un peso de encima que llevaba haciéndoseme insoportable estos días...

No sabía cómo iba a pasar las horas de este día hasta que por fin pudiera verle y tenerle para mí... para poder complacerle en todo lo que mi Señor desee... 

Así que puedo decir que si antes estaba ansiosa ahora lo estoy mucho más porque llegue esta noche y volver a ver a mi Señor, y volver a tener una de nuestras sesiones... no se puede imaginar las ganas que tengo de que llegue ese momento.

Gracias mi Señor por perdonarme y levantarme el castigo antes de tiempo, aunque sólo hayan sido unas horas... para mí ha sido mucho... gracias de nuevo... me alegra saber que siempre te sientes orgulloso de mí... 

.- Soy una mujer sumisa -.


Con este texto anónimo es como creo que mejor se puede comprender el sentir de una sumisa.

Soy una mujer sumisa. Encuentro placer y goce de ser sumisa en una relación de pareja, No soy débil o estúpida. Soy una mujer fuerte, con pensamientos claros y un concepto definido de cómo quiero que sea mi vida. No sirvo a mi Amo por ser débil sino por mi fuerza y orgullo.

Busco a mi Amo para que me ame y me proteja ya que nunca me siento tan llena como cuando Él está conmigo. Se que el protegerá mi cuerpo, mi alma y mi mente con su fuerza e inteligencia. Él lo es todo para mi y yo soy todo para Él. Su tacto me despierta y sus pensamientos me liberan. Solo sirviéndole me siento completamente feliz.

Sus castigos son duros, pero los acepto gustosamente sabiendo que siempre desea lo mejor para mí. Si desea mi cuerpo, se lo doy, satisfecha, y me da un enorme placer saber que estoy haciéndole feliz. Sin embargo, el placer carnal es solo una faceta de nuestra relación. El amor, la confianza, el compartir, también conforman una parte muy importante de nuestra relación.

Mi cuerpo es suyo y si Él dice que es bonito, lo es. No importa como me vean los demás. soy bella a sus ojos, y por eso camino con la cabeza bien alta, porque, quién puede decir que mi Amo no está en lo cierto cuando dice que soy bella?

Si me dice que soy su princesa, lo soy... Si me dice que soy su juguete, lo soy... su perra, su felpudo, lo soy... tan sensual y lasciva como Él lo desea, y si otros no lo ven, es que están ciegos.

Mi mente es suya, y sólo Él la conoce por completo. No tengo secretos para Él, porque los secretos me apartarían de ser suya por completo. Los secretos pondrían una barrera entre mi Amo y yo, y yo, no quiero barreras. Sus enseñanzas no son algo que yo busque o imagine, son algo que ha decidido que yo necesito y yo aprendo de Él.

Mi alma es suya, tan desnuda como pueda estarlo mi cuerpo cuando estoy postrada a sus pies. No hay un solo momento en el que no note su presencia, incluso cuando no está conmigo. No se me ocurriría jamás enfurecerle ni traicionarle ya que sería un castigo horrible para mí, peor incluso que cualquier latigazo. El desconcierto de mi alma, cuando lo enfado, es peor de soportar que la angustia física que siento cuando me golpea con el cinturón.

Paso mis días sabiendo que la energía y la fuerza que pone en nuestra relación, es beneficiosa tanto para Él como para mi. Su parte es mucho más dura que la mía, y le agradezco enormemente que se preocupe por mí y me regale todo su tiempo. Yo tengo la parte más sencilla: experimentar, sentir, dejarme ir y abandonarme a Él. Soy su placer y su responsabilidad y así me trata.

Soy una mujer sumisa. Estoy orgullosa de serlo. Mi sumisión es un regalo que no doy a la ligera sino que solo puedo dárselo a alguien que lo aprecie por completo y lo recompense. Solo a Él me entrego por completo porque soy fuerte y orgullosa. En resumen: Soy una mujer sumisa.