El jueves por la noche, después de unos días difíciles por el castigo, por fin iba a tener una nueva sesión con mi Señor.
Nada más llegar mi Señor me llevó a una de las habitaciones, no sé cuál de los dos tenía más gana de estar de nuevo juntos, me fue desvistiendo poco a poco hasta que me dejó completamente desnuda... para luego ordenarme que hiciera lo mismo con él... cuando los dos estuvimos desnudos mi Señor me ordenó que le diera mi coño... y así lo hice dejé que mi Señor me hiciera sentir mucho placer mientras exploraba mi coño... haciendo que mi cuerpo quisiera más y más...
Después de un rato mi Señor me ordenó acostarme de lado y el hizo lo mismo colocando su boca cerca de mi coño y su polla en mi boca... he de admitir que estaba muy excitada, además de que había echado de menos su polla esos días y la quería en cada agujero de mi cuerpo; pero sobretodo en mi boca... estaba deseando poder hacer disfrutar a mi Señor y que por fin pudiera sentir cómo se corría en mi boca...
Sabía que ya estaba preparada para que mi Señor se corriera dentro de mi boca, por fin había superado el miedo a que mi Señor pusiera sus manos en mi cabeza para marcar el ritmo mientras le chupaba la polla, así que por qué no era hora de ir un poco más allá?? Sé que aunque yo lo deseara si mi Señor no sabía que yo fuera capaz de soportarlo no me lo permitiría; pero sé que esta vez sabía que yo si sería capaz y que además lo deseaba...
Mi Señor me dijo que no dejaría que me corriera mientras el no se hubiera corrido, algo que me parecía justo... además que después de que por mi culpa y debido al castigo no se había corrido en la sesión anterior deseaba más que él pudiera correrse y obtener mucho placer, que yo me corriese, quería mucho más su placer por encima del mío... en esta ocasión sería además una experiencia distinta... porque a pesar de que ya había pasado por ello... no lo recordaba; pero en este caso sí lo haría y además lo deseaba... Todavía recuerdo las palabras de mi Señor diciéndome que no lo haría hasta que yo lo quisiera y lo deseara de verdad y había llegado ese momento... antes incluso de lo que me había podido imaginar...
Así que mientras mi Señor se esmeraba en comerme el coño y hacerme disfrutar... yo disfrutaba con su polla en mi boca, intentado que él disfrutara más y más deseando que llegara el momento en que se corriera en mi boca... reconozco que pensé que podría sentir miedo en el momento o que me asustaría y no sería capaz; pero cuando llegó el momento no sentí nada de eso... al contrario, me sentí ansiosa y a pesar de mi torpeza en ese momento, reconozco que lo disfruté y fui capaz de correrme y tener un orgasmos bastante intenso a la vez que mi Señor se corría en mi boca...
Un rato después mi Señor salió de la habitación y me dijo que le esperara; pensaba que habíamos acabado por el momento y que nos pondríamos a cenar; pero no... cuando mi Señor volvió decidió que yo no debía haber disfrutado lo suficiente antes y decidió premiarme con una serie de orgasmos bastante intensos que me dejaron temblando y apenas sin fuerzas...
Y esto sólo era una pequeña parte de lo que me esperaba esa noche... después de cenar aún me esperaba una sorpresa más... una con la que iba a disfrutar muchísimo...
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