Después de la cena y de que mi Señor pidiera un deseo antes de soplar las velas de su tarta de cumpleaños, mi Señor tenía otro postre preparado especialmente para mí... la sesión del jueves anterior habíamos estado jugando con fresas y nata y esa noche tocaba fresas pero con chocolate... una de mis debilidades... y mi Señor lo sabía...
Así que me colocó en la silla en la que estaba pero sin la parte de arriba que llevaba, con los ojos cerrados y las piernas abiertas... estando así mi Señor empezó a darme de comer fresas y chocolate y cuando no eran las fresas las que llevaban el chocolate eran sus dedos o su polla, que cuando me la daba con el chocolate me apresuraba a devorarla si ya me gustaba normalmente tenerla en mi boca, con nata como el otro día o con chocolate como en ese momento, me gustaba mucho más... y hacía que estuviera muy excitada e impaciente por volver a la habitación y ver qué más me esperaba esa noche...
Mientras mi Señor se divertía dándome de comer las fresas con chocolate y su polla también con chocolate, no desaprovechó la oportunidad para colocar chocolate en mis pezones y comérselos así... mmmm... el recuerdo aún hace estremecer...
Cuando mi Señor decidió que ya tenía suficiente de fresas y chocolate, me llevó a la habitación, me desvistió por completo y me ordenó cerrar los ojos, luego me ayudó a tumbarme y me separó los brazos para atarme uno a cada lado de manera que tuviera que mantenerme así hiciera lo que me hiciera... al principio reconozco que me ponía nerviosa cuando me ataba, esta vez la sensación fue distinta... estaba tranquila y disfrutaba estando atada... de hecho mientas me ataba notaba como mi coño se iba mojando poco a poco... reconozco que me gusta que me deje limitada en cuanto a movilidad... cada vez lo disfruto más y si ya me hubiera atado las pierna de la misma manera... buffff... aún me hubiera tenido mucho más mojada y excitada...
Estando de esa manera mi Señor empezó a jugar con mi coño haciéndome llegar al máximo mientras yo deseaba que me diera permiso para correrme... y cuando mi Señor me lo daba me dejaba ir y alcanzaba a tener unos orgasmos muy fuertes; pero eso no era nada comparado con lo que vendría luego... un rato después mi Señor salió de la habitación y me dijo que no abriera los ojos y que esperara allí... y a dónde me iba a ir??? Si estaba atada y no quería estar en otro sitio que no fuera allí...
Al cabo de unos minutos volvió y no podía imaginarme lo que me esperaba... sólo cuando noté le frío del hielo sobre mi piel me di cuenta de la tortura tan placentera que estaba a punto de experimentar de la mano de mi Señor... de nuevo volvería a hacerme disfrutar de una experiencia que hasta el momento no había tenido oportunidad de probar... notaba el hielo abriéndose paso por todo mi cuerpo ardiendo de calor... noté como mis pezones se endurecían cuando me pasaba el hielo por encima y como mi coño se contraía por el placer que me estaba provocando... deseaba que su mano lo llevara hasta mi coño... estaba ansiosa por sentirlo de una vez allí...y cuando lo hizo... fue increíble... no tengo palabras para describir los orgasmos que tuve cuando mi Señor me hizo llegar a ellos usando el hielo...
Después mi señor se puso sobre mí metiéndome su polla en la boca, sorprendiéndome incluso yo de que así no tenía ningún problema por metermela entera en la boca, haciéndome disfrutar sólo por el hecho de tenerla toda en la boca y estar haciendo disfrutar a mi Señor... Luego me desató las manos y me folló el coño llevándome de nuevo al límite antes de darme permiso para correrme... De hecho los mayores orgasmos los conseguí cuando me ordenó cerrar las piernas y me folló el coño con ellas así... nunca lo había hecho nadie y no entendía por qué porque a decir verdad es que era una muy buena manera de estimular el clítoris mientras te follan el coño... una nueva experiencia que mi Señor me hacía descubrir...
Recuerdo que después me puso de lado con su polla en mi boca y mi coño en la suya; pero antes me hizo pedirle que se corriera en mi boca, la verdad es que a pesar de mi torpeza unas horas antes, deseaba que se repitiera... admito que me gustaba y la sola idea me excitaba de una manera que nunca pensé que pudiera hacerlo... así que sí, le pedí que se corriera de nuevo en mi boca... después de un rato disfrutando de su polla y el de mi coño, volvió a correrse en mi boca y volví a disfrutarlo... esta vez fui yo la que no fue capaz de correrse pero no fue sino porque estaba agotada de todos los orgasmos a los que mi Señor me había llevado en esa sesión...
De hecho recuerdo un momento en el que me colocó boca abajo en la que me preguntó si quería más orgasmos y tuve que decirle que no, porque tenía miedo de desmayarme... aunque hizo caso omiso a lo que le dije y me dio un orgasmo más antes de dejarme descansar...
Tuve tantísimos orgasmos en esta sesión que perdí la cuenta de ello, pero reconozco que disfrute con cada uno de ellos; pero en el momento que más disfrute a pesar de no haber tenido ninguno... fue cuando mi Señor se corrió en mi boca como lo había hecho horas antes...
Al acabar la sesión estaba agotada; pero muy satisfecha por lo que había logrado y muy contenta... Y por la mañana me esperaba más... Sólo darle las gracias a mi Señor por haberme ayudado a perder el miedo y hacerme llegar cada vez más lejos y darme unos orgasmos tan increíbles... Gracias mi Señor!!
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