"Quiero ser Eclipse..." Parece increíble que esas palabras hubieran sido tan difíciles de pronunciar hace poco más de un mes, recuerdo perfectamente la noche del 27 al 28 de Febrero, y las cuatro horas que tardé en decirlas, cuatro horas que se me hicieron eternas y una verdadera tortura.
Por qué una tortura?? Por la lucha que se libraba en mi interior... Esa noche había ido a cenar con él con una intención... que me aceptase como su sumisa... sí, reconozco que esta llena de dudas y tenía los nervios a flor de piel... durante toda la cena una mezcla de deseo y miedo se había apoderado de mi... temía que la cena se acabara y nos pusiéramos a hablar del tema...
Pero llegado el momento reconozco que mis nervios desaparecieron un poco... hasta que me dijo que a menos que yo le pidiera que me llevara a la habitación y quisiera ser Eclipse, no pasaría nada... tenía que ser yo la que lo pidiera?? pero por qué?? no le servía que supiera que quería serlo??... ahí empezó todo... cuatro horas de tortura y angustia...
Mi cabeza no dejaba de decirme que estar allí era una locura, acaso no me había llegado con lo que me había pasado hacía 6 años?? no había aprendido nada de aquella situación?? pero una parte de mí quería y deseaba estar allí, quería que él me tomara como su sumisa... sabía lo que quería... pero no lo aceptaba... y al no aceptarlo no era capaz de decirle en alto que quería ser Eclipse.
Recuerdo como él intentaba mantenerme distraída hablando de un poco de todo; pero mi cabeza a la par que intentaba mantener el hilo de la conversación se debatía entre lo que creía que debería hacer y lo que deseaba... cuánto odié esa noche mi estúpida manía de darle mil vueltas a todo y luego tomar una decisión... no sé cómo no me di cuenta que todo hubiera sido más fácil si en lugar de tanto pensar me hubiera dejado llevar por lo que me apetecía... si lo hubiera hecho esas 4 horas se hubieran transformado en minutos... porque en el momento que me dijo que era yo la que tenía que pedirlo... en mi interior deseaba con todas mis fuerzas decirlo... pero no era capaz... mi cabeza no me dejaba pronunciarlas... en más de una ocasión intenté decirlas... pero nada... me bloqueaba y no podía... no encontraba las palabras... recuerdo haberle dicho que me llevara a la habitación... pero en cuanto me preguntó para qué... mi mente me volvió a jugar una mala pasada y de nuevo gritaba las palabras en mi interior ... pero no era capaz de pronunciarlas en alto... me sentía frustrada y tuve que contener las lágrimas... temía además que él creyera que estaba jugando con él... que no me lo tomaba en serio... que sólo era un juego y que era una niña que no sabía lo que quería....
Me llevó 4 horas aceptar y no del todo que quería ser su sumisa... reconozco que en el momento que lo dije sentí una liberación enorme y me sentí feliz... aunque debo decir que no del todo, cuando tomó mi mano para llevarme a la habitación... el miedo se apoderó de mi y de nuevo mi cabeza empezó a hacer de las suyas... recordándome mi mala experiencia de 6 años atrás y diciéndome que no debería estar allí... esta sería la barrera más difícil de derribar durante las próximas sesiones...
Ahora recuerdo esa noche y veo todo lo que he avanzado en tan poco tiempo, en cómo ahora si volviera a estar en esa situación no dudaría ni unos segundos en pedir ser su sumisa; pero también reconozco que fue necesario pasar por ese momento, porque me llevó a donde estoy ahora, a aceptar lo que siempre he deseado y a poder disfrutar de ello.
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